Ya llegan las fiestas, y al saber que las escuelas estarán cerradas, quizás tu primer impulso sea soñar con mandar a tus hijos de vacaciones a casa de la tía o la abuela. Sin embargo, eso no es necesario. Para disfrutar las fiestas y vacaciones de navidad junto a tus hijos, y no morir en el intento, te propongo planificar actividades divertidas, simples y educativas.
Estas fiestas son un momento idóneo para disfrutar de los ambientes decorados, tejer nuevos sueños, hacer el recuento de lo que fue este año y proponernos mejores metas para el próximo.
Para aquellos que conciben el tiempo como lo hacían los griegos, no es más que otra temporada que se repite año tras año. Para otros, que somos un poco más optimistas y nos gusta dejarnos sorprender por el milagro de cada nuevo día, el tiempo es lineal y aunque vuelvan las mismas estaciones sabemos que ninguna es igual a otra o como dice un viejo merengue dominicano plátano maduro no vuelve a verde y el tiempo que se va no vuelve. Claro, puede que los adultos nos vayamos volviendo más apáticos (todas las familias tienen un Grinch), sin embargo no podemos olvidar que nuestros niños esperan cada instante con ilusión.
Independientemente de que tengamos o no alguna inclinación religiosa, podemos aprovechar la oportunidad para fortalecer en nuestr@s niñ@s, nobles valores humanos realizando actividades que les lleven a reflexionar, a compartir y a salir de la rutina cotidiana.
Algunas de estas actividades pueden ser:
- Enviar tarjetas escritas y elaboradas a mano por nuestr@s niñ@s. Siendo conscientes de que sus amig@s y familiares se sentirán felices al recibirlas.
- Participar en alguna obra de caridad compartiendo con niñ@s de menos recursos o con indigentes. En todas las ciudades existen muchas fundaciones que se dedican a este trabajo y los padres pueden contactarlas. Conocer otras realidades no solo le permite al niño disfrutar la satisfacción que da ayudar a otros, también le hará valorar más todos los privilegios que tiene cada día y que quizás no había tomado en cuenta hasta el momento.
- Disfrutar de reuniones familiares compartiendo alegremente. Esto solo es posible si no permitimos que los dispositivos electrónicos saboteen la interacción humana.
- Escribir con nuestr@s niñ@s cuáles fueron los momentos más importantes (para ellos) de este año y motivarlos a escribir sus propias metas para el siguiente. Cada día, cada mes, cada año nos trae la oportunidad de ser mejores.
- Planificar actividades simples en familia, ideas que se enfoquen en el estar juntos y no en el comprar. Debemos evitar que lo que defina el éxito o la alegría de las fiestas sea el costo de los regalos. Por ejemplo, pueden cocinar juntos, ver una película, visitar un parque, hacer una pijamada, elaborar un collage-mural con nuestros deseos, etc.
Finalmente, recuerda que de una forma u otra lo más importante es aprovechar este tiempo para dejar recuerdos alegres y huellas de amor en la vida de nuestr@s niñ@s. Estos serán recursos emocionales invaluables a los que podrá recurrir durante toda su vida.
Consultora en Educación, Crianza y Sostenibilidad
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