Romper la rutina con mis hij@s


Como educadora, siempre he defendido la importancia de crearles rutinas a l@s niñ@s pues esto les ayuda a ser más organizados y sentir mayor seguridad al saber qué vendrá después de cada momento. Sin embargo, reflexionando a partir de eventos cotidianos, he llegado a la conclusión de que las rutinas por sí mismas no bastan porque no podemos criar seres humanos totalmente programados. ¡La vida nos sorprende a cada minuto! Es preciso romper la rutina de vez en cuando para que l@s niñ@s sepan qué hacer cuando sucede algo distinto a lo que esperaban. Es importante aprender a disfrutar las sorpresas e internalizar la idea de que cualquier situación puede tener un buen desenlace, aunque no lo entendamos en el momento. Cada experiencia sirve, al menos, como oportunidad de aprendizaje.

Sabemos que la capacidad de adaptación es una cualidad muy preciada en el mundo laboral de hoy. También es reflejo de una alta inteligencia emocional. Nuestro@s hij@s pueden ir aprendiendo poco a poco a adaptarse a las diferentes realidades si somos un ejemplo para ell@s. Aprenderán a responder a medida que vean cómo respondemos a las situaciones cotidianas. Pregúntate si eres una persona que trata de adaptarse a los distintos escenarios dando respuestas constructivas y demostrando que detrás de cada problema se esconde una oportunidad, o si en cambio eres de las personas que quieren tener todo bajo control y pareciera que cualquier variación en el plan es el fin del mundo.

Ahorraremos mucha frustración futura a nuestr@s hij@s si les enseñamos a tener plan B y más aún si les mostramos cómo ser creativ@s y buscar soluciones alternativas cuando lo previsto falla y nos quedamos sin plan. ¿Que hay un embotellamiento en el tráfico y no podremos llegar a la hora que esperábamos? Bueno, aprovechamos este tiempo para conversar en el carro o para disfrutar de nuestra canción favorita y cantar a todo pulmón.

A fin de cuentas y sin mucha teoría, lo importante es el equilibrio pues si somos muy rígid@s nos rompemos con facilidad y si somos muy lax@s no brindamos seguridad, ni estructura a nuestros hij@s. Sugiero que sepamos ser inteligentemente flexibles y poco a poco surfeemos cada ola.

Aurora Badillo Calderón

Consultora en Educación, Crianza y Sostenibilidad

 


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