Nuestr@s niñ@s deben vivir en cada etapa de sus vidas, aquello que corresponda a su nivel de maduración y crecimiento. Saltar etapas del desarrollo siempre deja lagunas y, a pesar de esto, cada vez es más común ver niñas y niños ‘adultizados’. Es por esto que quiero abogar a favor de que las madres y padres dejen a sus hij@s ser niñ@s.
Es común que desde los dos o tres años las niñas se pinten las uñas, usen carteras y zapatos con un poco de taco. Cuando veo algún caso así, lejos de pensar que esa niña se ve muy bonita, un sentimiento de tristeza invade mi corazón. Pienso en una niña que puede tener intoxicación por plomo debido al uso de esmaltes, escoliosis debido al uso de carteras mal balanceadas y zapatos con tacones, así como otros problemas de salud. Veo una niña que no tiene una vestimenta cómoda para jugar, correr o ensuciarse.
Como adulta, cuando quiero me arreglo y me maquillo como una actividad de disfrute, pero gracias a que mis padres me hicieron comprender que soy hermosa naturalmente no veo el maquillaje como una necesidad, sino como algo accesorio. Temo que el mensaje implícito que estamos dando a estas niñas es que son defectuosas, que no son bellas tal cual son y que por lo tanto deben estar “arregladas”.
Esto no solo pasa con las niñas, también con los niños que usan cada vez ropa más incómoda, celulares más caros y están más pendientes a la marca de sus accesorios o la precisión de su peinado. A estos niños, implícitamente les estamos enseñando que valemos por lo que tenemos y no por lo que somos.
En alguna ocasión he escuchado decir a los padres que quieren que sus hijas sean femeninas y que sus hijos sean machos. Esto es una respuesta absurda al miedo desproporcionado que tienen los padres a que alguno de sus hijos o hijas les “salga” homosexual. Les cuento que jugar con muñecas no hará a ningún niño menos masculino, pues no creo que ningún padre por cargar y cuidar a sus hijos se vuelva menos hombre. Tampoco creo que una niña que disfrute practicar deportes menos delicados como el futbol sea menos femenina por el simple hecho de disfrutar correr sin preocuparse si esto arruina su peinado.
Nuestros estigmas y estereotipos nos han condicionado a tal punto, que muchos padres prefieren someter a sus hijos a rutinas pocos saludables ante la mínima posibilidad de un escándalo familiar. El tema de este artículo no es la ideología de género o qué hace que una persona sea o no homosexual, por lo tanto no entraremos en ese tópico. Aún así, quiero destacar que lo que cada padre o madre debe defender por encima de todo es tener un hij@ san@. Por lo tanto, deben entender que prácticas como el desrizado, el uso de esmaltes, el uso de tacos y de pantalones demasiado ajustados no son saludables.
Por todo esto sugiero que:
- Nos detengamos un momento y preguntemos a nuestr@s hij@s qué disfrutan hacer.
- Propongamos a nuestr@s hij@s actividades nuevas dirigidas para su edad.
- Les dejemos explorar, desarrollar competencias y disfrutar.
- Les enseñemos, a través de la práctica diaria, hábitos que promuevan una buena salud para que vivan a plenitud esta maravillosa etapa que es la niñez.
Consultora en Educación, Crianza y Sostenibilidad
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