Por esto te invito a leer este artículo y reflexionar sobre cinco aspectos del bullying que a menudo nadie nos cuenta.
- Según la Real Academia Española (RAE), bullying es un anglicismo cuya utilización es cada vez más habitual en nuestro idioma. El concepto refiere al acoso escolar y a toda forma de maltrato físico, verbal o psicológico que se produce entre escolares, de forma reiterada y a lo largo del tiempo. En tal sentido, es importante hacer énfasis en que debe ser reiterado y por largo tiempo. Sabemos que dentro de la convivencia cotidiana sana de cualquier grupo, existe un margen de diferencias y desacuerdos que son necesarios para el desarrollo social de cualquier ser humano. En l@s niñ@s, estas diferencias están más marcadas porque suelen ser muy direct@s y transparentes. Estos desacuerdos son los que nos permiten aprender a conciliar, a ceder, a defender nuestro punto de vista y a negociar; así como a desarrollar otras competencias que son importantísimas para crecer como seres sociales.
- El riesgo de bullying se disminuye significativamente cuando l@s niñ@s se relacionan con otr@s niñ@s de su edad con condiciones semejantes. Por supuesto, hay casos de niñ@s que han sido víctima de bullying, cuy@s victimari@s han sido niñ@s más pequeñ@s que ell@s. En este caso, es importante revisar si el/la niñ@ mayor ha asumido inconscientemente el rol de víctima y por lo tanto resulta blanco fácil de cualquier otr@ niñ@ con predisposición a ser victimario.
- Las cosas no son blancas o negras. A menudo l@s victimari@s son o han sido víctimas de bullying o acoso general por parte de otr@s niñ@s o adult@s.
- Cuando sospechamos que un(a) niñ@ está siendo acosad@ en la escuela o fuera de ella es necesario tener mucho cuidado con quién consultas la situación porque, en caso de que el/la acosador(a) sea un adulto, puede ser alguien muy cercano a ti. Quizás la persona que menos te imaginas, quizás quien acosa es precisamente la persona a la que le pedirías un consejo.
- No hagas conjeturas a priori, busca señales y observa. Supervisa a tu hij@, desarrolla una relación en la que no tenga temor a contarte si entiende que ha hecho algo “malo” (a menudo el abusado se siente culpable por lo sucedido), acompáñale cuando vaya a baños públicos, evita que pase tiempo sol@ con otr@s niñ@s más grandes, más aún si están en diferentes etapas de desarrollo (niñ@ vs. adolescente, no importa si son prim@s o herman@s), explícale que puede defenderse y que, así como debe respetar a l@s demás, debe exigir respeto.
Finalmente recuerda, cuando hay un caso de bullying tod@s l@s implicad@s necesitan atención. Tod@s l@s niñ@s son importantes y merecen ser guiados y protegidos.
Consultora en Educación, Crianza y Sostenibilidad
Leave a comment